En octubre de 2015 fue mi “debut” en esta Gran Carrera, con mucho miedo y al mismo tiempo con una fuerza interior y una Fé muy grande para vencerlo. Yo sabia que la dedicada preparación y muchas horas estudiando, serian fundamentales para mi desempeño en esta Carrera. Esta edición fue mágica y reveladora, pues ganamos 6 días de 7 en primer lugar, solo no ganamos la Carrera porque yo hice un cálculo mal en mi hoja de tiempo, siendo así penalizada en 30 segundos por la Dirección de Carrera. Cada Carrera es una escuela en la cual aprendo mucho con mis compañeros, compañeras y claro con los errores.

En 2016 fue increíble, el miedo ya había disminuido un poco, porque ya sabía lo que esperar y claro ultra preparada para lo que sea! Siempre nos divertimos mucho pero este año fuimos para ganar! Y lo logramos! Una emoción que no podría describir. Tuvimos días de Carrera sin error, y creciendo nuestro ritmo y nuestra ventaja sobre nuestros competidores. El nivel de preparación hizo la diferencia. La emoción de ganar en el absoluto una carrera tan difícil y emblemática siempre tendrá un lugar muy especial en mis recuerdos.

Luego llega 2017 una Carrera que los competidores nos sorprendieron vinieron ultra preparados y quedamos en segundo lugar absoluto. Lo hicieron muy bien!

En 2018 pasó algo increíble. La Carrera empezó muy competitiva como nos gusta... estamos en el tercer día de Carrera ganando absoluto cuando un error de reconocimiento de ruta ( algo que hacemos previo a la Carrera ) nos hace chocar muy fuerte en un muro en una de las etapas de velocidad más demandante de toda la Carrera ( Mil Cumbre ), luego indo para la séptima posición. Quedé muy asustada y dolorida, el coche bien dañado y mi querido esposo (piloto) bien decepcionado. Entonces en este momento imaginábamos que la Carrera se había acabado para nosotros. Pero cuando El Commander (nuestro auto) llegó al servicio ya a las 17:00, nuestro Equipo de Mecánico empezó una evaluación del daño, para evaluar si podríamos regresar a la Carrera en el día siguiente Admirablemente todo el equipo de ingenieros...mecánicos y ayudantes trabajaron toda la noche para rehacer el Coche. Pero todavía había un tema para resolver.... El miedo extremo de chocar nuevamente. Puedo decirte que fue uno de los retos más difíciles que imaginé pasar, pero si no lo vencía en este mismo día nunca lo iba lograr. Día cuatro de la Carrera a las 5:30 am nos estábamos alistando para la Carrera con una energía muy positiva, más yo todavía con miedo.

Empezamos las etapas de velocidad y no lograba “cantar” mis notas, fue cuando Hilaire dice - “o tu te concentras y logras, o bien paramos por aquí !” Entonces recé e dije ! Voy a lograr! A partir de aquí ganamos muchas etapas llegando al final de esta edición de la Carrera en segundo lugar absoluto con mucha emoción y satisfacción de haberlo logrado.

Para el 2019...”Puxa Vida” el coche no estaba 100%. Empezamos fuerte en las primeras etapas en Oaxaca, estábamos en segundo lugar absoluto llegando en Veracruz. Para el segundo día de carrera la estrategia era ir con todo. Llegando en la primera etapa del día dos ( Santiago de Acultzingo ) hicimos nuevamente un error de levantamiento y entramos mal en una curva a la izquierda y chocamos pero no fuerte. Pero como la dirección se daño, no hubo como seguir en este día.

Que triste, la Carrera nuevamente quedo comprometida . Los mecánicos trabajaron mucho y regresamos en el día siguiente. Pero algo muy especial se paso... después de este choque el coche no quedo bien y tuvimos muchos problema de enfriamiento de motor. Estábamos en una etapa de velocidad en el norte del País que se llama Espinazo de Diablo...faltaban 8 km para terminarla cuando Hilaire me dice que se acabo la Carrera para nosotros por qué el coche estaba sin presión de agua y con esto calentando mucho el motor! Entonces logramos terminar esta etapa, paramos en una gasolinera y vimos que ya no había agua en el motor - llenamos de agua y seguimos para la próxima etapa que por la suerte de Dios fue cancela por la lluvia. Faltaba solo más una etapa para llegar a la meta final. La hicimos, pero el motor seguía calentando; llegando al final de la última etapa Hilaire estaciona el coche e dice que ya no podíamos seguir porque ya no hay agua... fue cuando yo vi una casita e grité: “voy por agua”... invadí la casa de la señora pidiendo por agua ella salió corriendo en mi frente e dice: “venga conmigo!”, ...atravesamos su casita, hasta el fundo del jardín donde había un pozo de agua. Ella sacó del pozo dos cubetas llenas de agua en una velocidad nunca vista antes. Puso una cubeta en la cabeza y salió en dirección a la carretera para salvar nuestro auto e nuestra carrera! Y logramos llegar a la meta!

Lo que aprendí con esto... , que realmente existen personas maravillosas en este mundo que te recibe con amor ... te ayudan sin preguntar nada... están aquí para apoyarte para lo que sea, esto fue increíble. Siempre digo que cada Carrera es una escuela... aprendo muchísimo... pero en esta aprendí que tenemos que siempre ayudar unos a los otros apoyándonos con amor y respecto y con certeza vamos mucho más lejos, unidos.